martes, 24 de marzo de 2015

Siena Root, Studio 27 (21-03-2015)

Tres factores determinan el resultado final de un concierto. En menor medida, el público asistente, la sala o su acústica en particular, y por supuesto, la propia banda. Si esta última no está a la altura difícilmente se puede acabar con un buen sabor de boca, pero aun rayando a buena altura, una mala combinación de los dos primeros factores puede empañar el resultado final. Esto último es lo que tristemente sucedió en la lluviosa noche del sábado en la fría ciudad de Burgos.


El concierto se presentaba con incertidumbre debido al estado físico de su cantante, Jonas Ahlen, que la noche anterior no había podido salir al escenario en Cangas, resultando un concierto acústico del resto de la banda sueca. Sin embargo, la fortuna se conjuró para que en Burgos estuviera la formación al completo. Fortuna en cierta manera, porque la horrible acústica de la sala provocó que las voces apenas fueran distinguibles a la vez que la base rítmica hacía retumbar los cimientos. A este infortunio se le sumó además un público charlatán que no dejaba disfrutar a los más entusiastas, y que desembocó las miradas desafiantes de los propios músicos durante las secciones más sosegadas, haciendo que el resultado final se viera claramente alterado.



Una introducción instrumental servía como punto de partida al show, dejando desde el primer momento bien a las claras cual es el punto fuerte del ahora quinteto escandinavo. Un quinteto donde solo sobreviven el bajista, Sam Riffer, y el batería Love Forsberg de la formación original establecida en el ya lejano año 2004. Realizando la primera de las numerosas jams, empalmaron la introducción con Between the Lines, tema de apertura de su reciente “Pioneers”. La salida repentina de Jonas de los camerinos entre aplausos se convirtió en incredulidad cuando no se llegaba a distinguir su voz entre el sonido empastado creado en la sala.


El sonido de la guitarra y de los teclados era aceptable, y fue dicho combo lo más destacado de piezas recuperadas como Little Man, The Summer is Old o la magnífica y alargadísima Bhimpalasi, con esos marcados y distinguidos sonidos orientales que habían caracterizado a la banda. Tras la salida de KG West han dejado de lado dichas influencias para centrarse en sonidos más clásicos y reconocibles, pero sin dejar de lado las largas secciones instrumentales y los marcados tintes de psicodelia. El uso del sitar, tan habitual en conciertos de giras pasadas, también ha perdido su protagonismo, a la par que la voz de Jonas dota a la banda de unos matices muy diferentes a los imprimidos por un Sartez Faraj sumergido totalmente en su proyecto con Three Seasons. Ni siquiera aquellos tiempos donde vocalistas femeninas llevaban la voz cantante son ya reconocibles. Y aun y con todo, la música sigue sonando a Siena Root.


Long Way From Home, uno de sus temas más inspirados y completos demostró la calidad de todos los instrumentistas y supuso un punto de inflexión en el concierto. El órgano de Erik Petersson se convirtió a partir de entonces en protagonista, continuando su exhibición con la intro de Root Rock Pioneers y rememorando, junto al guitarrista Matte Gustavsson, los duelos de Jon Lord y Ritchie Blackmore en intros como la del legendario Lazy.


Las canciones eran alargadas hasta la saciedad, nutriéndose de largos pasajes instrumentales y donde Jonas podía descansar para la tralla final. Allí llegaron dos temas antiguos y redondos como Rasayana, con una línea de bajo espectacular, y Words, durante la cual se produjo el gran highlight del show. Sam hechó mano de un arco de contrabajo para percutir las cuerdas de su instrumento, para acto seguido prender fuego a su punta y suministrar, como si de una antorcha se tratara, llamas a la estructura de los teclados y a los extremos de los platillos de la batería. La sala se iluminaba con el fuego proveniente de los instrumentos, y Love acrecentaba el espectáculo prendiendo sus baquetas y realizando un brutal solo rodeado de llamas. Maravilloso.


Tras una breve retirada a los camerinos, los miembros del grupo volvieron entre numerosos aplausos para cerrar la velada con otro tema de su primer LP. Así, Coming Home, que exigió la colaboración del público en su estribillo, suponía el final de un viaje que duró algo menos de hora y media y que lamentablemente se vio afectado por factores ajenos a una banda que volvió a demostrar una vez más que tiene algo especial. Esperemos que esta vuelta al ruedo sirva para que Siena Root tenga una larga trayectoria y podamos contar con más visitas que nos quiten el amargo sabor de boca de un concierto que pudo haber sido mucho más redondo. Seguro que así será.



Setlist: Intro / Between the Lines / Little Man / In my Kitchen / Bhimpalasi / The Summer is Old / Long Way From Home / Root Rock Pioneers / Rasayana / Words / Coming Home




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