jueves, 24 de julio de 2014

Ray Davies, Heineken Jazzaldia (23-07-2014)

La oferta era irrechazable, un mito de la música, una preciosa ciudad, buen tiempo, en un lugar espectacular y al módico precio de 0€. Tal oportunidad nos ofrecía la 49 edición del Heineken Jazzaldia de San Sebastián. El legendario Ray Davies, fundador de The Kinks, una de las bandas más influyentes e importantes de la historia, abriría el festival sobre la arena de la playa de la capital guipuzcoana.

Con 10 minutos de retraso con respecto a la hora fijada, el carismático artista apareció en escena rodeado de una numerosa banda, donde me impactó ver al guitarrista y al batería de The Temperance Movement, banda inglesa que está en pleno auge en estos momentos. La conocida I Need You fue la encargada de abrir un repertorio que se baso íntegramente en clásicos de The Kinks; al fin y al cabo, lo que el público quería. Un público muy variado, compuesto por gente seguidora de la banda y otra mucha que aprovechaba la oportunidad de ver un concierto gratis sobre la arena de la playa. Muchos de estos últimos se dedican a hablar o a cualquier otra cosa menos a disfrutar o dejar disfrutar del concierto, pero los conciertos gratis es lo que tienen, para bien o para mal. 

A Ray se le nota el paso de los años y su voz está ya muy tocada, sin embargo, con el triple apoyo vocal por parte de la banda y con la colaboración del público, logra mantener un buen nivel. Así lo demostró con Where have all the Good Times Gone, donde pidió y contó con una participación muy activa por parte de la gente que poblaba las primeras filas del escenario. La genial I’m not like everybody else, una fantástica Tired of Waiting y una preciosa Dedicated follower of fashion, con guitarra acústica y dedicada al malogrado Johnny Cash, iban haciendo las delicias de la gente. Ray, por su parte, no paraba de sonreír, gastar bromas y cambiar repetidamente de guitarras.


La divertida y coreada Sunny Afternoon fue continuada por una breve Victoria, que fue empalmada con una emotiva y a la vez bailable 20th Century Man, con unos teclados geniales. Tras abandonar el escenario, dejando a la banda realizar una buena introducción instrumental, Ray volvió con una nueva camisa blanca y con ganas de comerse el mundo, para atacar otro gran tema como Till the End of the Day. Con una sentida A long Way from Home, nos recordó que nunca debemos olvidar de dónde venimos.


See my friends dio paso a un Come Dancing que dedicó a su familia. Curioso este detalle viendo la complicada relación que lleva con su hermano Dave, y que hace que The Kinks no estén reunidos. Tras un final de canción bastante popero, Ray abandonó el escenario y la banda nos deleitó con un largo pasaje instrumental que culminó con el frontman (con otra nueva camisa) en la repetición parcial del tema I’m not like everybody else.

Una inesperada Celluloid Heroes abrió el camino para que levantase definitivamente al público con su hit All Day and All of the Night, donde jugó con la gente con la habitual sucesión de coreos. La mítica Lola, dedicada a tod@s los drag-queen del mundo, fue muy coreada y parecía el final del concierto tras las palabras de Ray. Nada más lejos de la realidad, el inglés volvió a coger su guitarra y nos ofreció una fantástica Days que dividió en dos partes, la primera más sentida y emotiva y la segunda más cañera y divertida. Y ahí no quedó la cosa, puesto que tras una introducción de armónica, llegó la hora de su gran hit, un You Really Got Me considerado por muchos como el primer signo de Heavy Metal de la historia. La canción fue ejecutada inicialmente en una especie de rythm&blues, para luego culminar en su versión clásica, donde un ya fatigado Ray Davies dejó todo el protagonismo al público. Tras una gran ovación, la banda se retiró del escenario.


La hora establecida ya se había cumplido, por lo que tenía dudas de que la banda volviese a salir a escena. Gracias a Dios así fue, cerrando una gran velada con otros dos clásicos como Waterloo Sunset y Low Budget.


El concierto había acabado y a mí se me había hecho muy corto, señal inequívoca de que lo había disfrutado mucho. Bien es cierto que Ray está muy lejos de su mejor nivel, pero es un tío que se entrega y se le ve disfrutar encima del escenario. Y creo que eso, a estas alturas, es más que suficiente. Haber podido disfrutar de una leyenda así en pleno 2014, con un setlist tan impecable, gratis y en un paraje único es algo inimaginable. Ojala tenga más oportunidades de verle en directo, ¿será con los Kinks?



Setlist: I Need You / Where Have all the Good Times Gone / I'm Not Like Everybody Else / Tired of Waiting / Dedicated Follower of Fashion / Sunny Afternoon/ Victoria / 20th Century Man / Till the End of the Day / A Long Way From Home / See My Friends / Come Dancing / I'm Not Like Everybody Else (parcial) / Celluloid Heroes / All Day and All of the Night / Lola / Days / You Really Got Me / Waterloo Sunset / Low Budget


miércoles, 23 de julio de 2014

Airbourne, Santana 27 (22-07-2014)

De nuevo tocaba poner rumbo a la Sala Santana bilbaína. Una sala donde en la última temporada se están haciendo muchísimos más conciertos que antes, cosa que se agradece por la amplitud y el buen sonido de la misma, pero a la que es difícil acceder, sobre todo en días laborales. Allí volvían los australianos Airbourne tras no haber cerrado fecha el año pasado durante su minigira española. Una banda con un sonido claramente influenciado por sus compatriotas AC/DC, quizás demasiado, que sorprendentemente están teniendo un éxito bastante grande.


HIGHLIGHTS
La joven banda de Arrigorriaga, Highlights, sería la encargada de abrir fuego en una noche que se presentaba intensa y de alto voltaje. Era mi tercera vez con ellos, tras haberles visto teloneando a Horisont y a Michael Monroe, y es que sin tener todavía material editado, están teniendo bastante promoción y lo mejor, están respondiendo muy bien.

Con un buen hard rock empezaron un concierto donde se les notó que todavía tienen que andar mucho, pero desde luego llevan buen camino. A diferencia de veces anteriores, donde prácticamente todas las canciones las había cantado el bajista, Miguel, en esta ocasión las labores vocales fueron alternadas continuamente entre el propio bajista y Mario, el guitarrista principal. Mario le da otro punto a los temas, pero me quedo sin duda con la voz de Miguel, con mucha más fuerza y cuerpo.


Tras romper una cuerda, el propio bajista tuvo que abandonar el escenario para poder subsanar el incidente. Y es que este es el problema de bandas tan pequeñas, no se pueden permitir ningún error. Tienen muy poco tiempo y tienen que dar el 200% en todo momento.

Tras este incidente, la banda retomó el pulso a un buen bolo con temas como su ya conocido She’s so blind, donde los guitarras realizan los coros y arropan a Miguel. Buenos temas como F.A.S.O.S. y una casi thrashera Blixie Tombs se fueron encadenando uno tras otro para acabar el show con su ya clásica versión del Shoot Shoot de los legendarios UFO. Un final inmejorable para 45 minutos de buen hard rock local. Comentaron que después de verano editaran su primer EP, por lo que será una buena oportunidad de escucharlos en estudio. Yo no pienso dejar escapar esa oportunidad, así como el concierto de este mismo jueves en las fiestas de su localidad.



AIRBOURNE
Tras un largo parón donde la banda telonera tuvo que desmontar todo su equipo, las luces se apagaron y comenzó a sonar a todo volumen la intro de Terminator 2. Rápidamente la banda australiana salió a escena y encadenó los primeros acordes de Ready to Rock, tema que abre su último disco “Black Dog Barking”. La abarrotada sala, creo que no la había visto nunca tan llena, se volvió loca y no paro de saltar, acompañando a la banda en el estribillo y en la parte central donde se produce un coreo muy pegadizo.
  
Too Much, Too Young, Too Fast fue la encargada de representar por primera vez el disco debut de la banda, “Runnin’ Wild”. Sin ninguna duda, su mejor disco y el que les abrió las puertas a lo que son ahora. El público también lo demostró así, puesto que las canciones de dicho disco fueron las más coreadas y disfrutadas. Así, tras No one Fits Me (Better tan You), de su último disco, sonó un clásico como Diamond in the Rough que encendió definitivamente a la sala. El ritmo del show era imparable y la energía de Joel O’Keeffe inagotable, sin parar de moverse de un lado a otro del escenario y dejándose la piel en el mismo.


Con Chewin’ Fat comenzó su show particular, reventando una lata de cerveza con su cabeza y tirándosela a la gente de las primeras filas. Pero si ya les tenía en el bolsillo, más los iba a tener tras pasearse por toda la sala a hombros del pipa durante la interpretación de una excelente Girls in Black, realizando un buen solo sobre la gente al final de la sala.

Los temas se iban alargando deliberadamente para no acabar el concierto tan pronto, como ocurrió en Cheap Wine & Cheaper Women, donde realizó una intro con la colaboración del público y donde pidió que las tías se subiesen a hombros de sus acompañantes (sin demasiado éxito, por cierto). Tras este tema le tocó el turno a la canción que da título a su último álbum, cuya portada adornaba el escenario durante el concierto de Highlights. Durante este tema nos pareció que los coros sonaban demasiado bien y parecían grabados, duda que mantuvimos en las siguientes canciones, por lo que no sería de extrañar. Punto muy negativo a mi parecer, si es así.


La luz se apagó y Joel se tiro al suelo, comenzando a gritar “No Way” a lo que la gente supo responder con “But the Hard Way”. Tras un buen rato repitiendo la fórmula, el frontman se puso en pie e hizo uso de un foco para ir alumbrando a la gente mientras ejecutaba el buen tema de su segundo disco, “No Guts, No Glory”. Tras el coreado tema, la banda nos sorprendió con versión eléctrica del sobado “oé, oé, oé, oé…”, para enlazarlo con un genial Stand Up for Rock ‘n’ Roll tras el que los australianos se retiraron del escenario entre vítores y aplausos. La fiesta era tremenda.

Un dispositivo con biela-manivela reposaba en el escenario cuando el guitarrista David Roads salió a escena para hacerlo girar y provocar el rugido de un motor. Joel aparecía en la parte de atrás del escenario, subido a la montaña de amplis, y atacaba las primeras notas de Live It Up, notas que me recordaron mucho, quizás demasiado, a la intro del For Those About to Rock. Sin dar un segundo de respiro, su gran clásico, Runnin’ Wild, comenzó a sonar para deleite de todo el mundo. La canción se alargó una barbaridad, con Joel sin parar quieto, rompiendo numerosas latas de cerveza más, y manteniendo una curiosa anécdota con un niño pequeño que pasó bastante de él. Intercalando riffs de Paranoid, donde el frontman aprovechó para subirse a la valla lateral superior de la sala, y Dirty Deeds Done Dirt Cheap, donde emuló a Angus Young con su clásica carrera pierna en alto, se llegó a un final de fiesta espectacular. O eso creíamos, porque la banda agradeció tanto su vuelta a la ciudad que nos regaló un Blackjack final que hizo las delicias de un público que había disfrutado una barbaridad.



Hora y media, probablemente uno de sus conciertos más largos, de rock n’ roll puro y duro. Pura energía la de la banda australiana y pura energía la de su frontman Joel O’Keeffe, que logra transmitírsela a toda la sala. Quizás su éxito sea excesivo para una propuesta musical tan sencilla y repetida, pero está claro que la banda tiene un directo impresionante y lleno de fuerza, y mientras esa fuerza y energía les dure seguirán arrastrando una buena masa concierto tras concierto. STAND UP FOR ROCK ‘N’ ROLL!!!!!


Setlist: Ready to Rock / Too Much, Too Young, Too Fast / No One Fits Me (Better Than You) / Diamond in the Rough / Chewin' the Fat / Girls in Black / Cheap Wine & Cheaper Women / Black Dog Barking / No Way But the Hard Way / Stand Up for Rock 'n' Roll / Live It Up / Runnin' Wild / Blackjack

martes, 15 de julio de 2014

Heaven & Earth, Santana 27 (12-07-2014)

Sin ningún plan especial para la noche del sábado, decidimos acercarnos hasta la Sala Santana de Bilbao para ver que podían ofrecer unos Heaven & Earth que me habían vendido muy bien por su gran similitud con el sonido de Rainbow. Raro me parecía a mí que les dejasen una sala tan grande, pero nada más llegar pudimos comprobar que el concierto se daría en la sala Black, una de las pequeñas salas dentro de la propia Santana 27.


ALAIN CONCEPCION
El vizcaíno Alain Concepción sería el encargado de abrir fuego para una sala donde no había demasiada gente. La poca repercusión de la banda, el precio de la entrada y la coincidencia con el festival BBK Live les costó muy caro.
  
Con un magnifico timbre de voz, Alain fue presentando temas de su disco “R”, intercalándolo con diferentes versiones de clásicos del AOR y del soul. Bien acompañado por una buena banda, donde destacaba el buen hacer de su guitarrista Eriz, dio un show bastante ameno y muy melódico que únicamente se vio ensombrecido por las pocas tablas del cantante. A pesar de tener una voz magnífica, le falta carisma y actitud sobre el escenario, y si no lo corrige pronto jugará muy en su contra. Aun y con todo, el concierto fue muy disfrutable. 
























HEAVEN & EARTH
Tras un largo parón donde aprovechamos para tomar un poco el aire, la banda salió al pequeño escenario para comenzar a ritmo de órgano el tema que abre su disco “Dig”, Victorious. Un tema con grandes reminiscencias a Rainbow y con un aire oriental muy cautivador y embaucador.


El grueso del concierto estuvo compuesto por canciones de dicho álbum, sonando un Back In Anger con una buena intro de bajo, un No Money No Love con gran presencia de los teclados, una emotiva y coverdeliana House of Blues y una guitarrera Man & Machine. El grupo defendía los temas con gran solvencia, especialmente un Joe Retta muy cercano y comunicativo, que estuvo genial a la voz, recordando por momentos a viejas glorias como Joe Lynn Turner, Doogie White o incluso David Coverdale. Y es que el sonido de la banda está claramente influenciado por toda la saga derivada de Deep Purple. De hecho, no hay que olvidar que el guitarrista Stuart Smith fue alumno del legendario Ritchie Blackmore.

  
Tras una correcta versión del tema de Blind Lemon Jefferson, See that my Grave is Kept Clean, continuaron con una poderosa Waiting for the End of the World y una bluesera Sexual Insanity. Tras el tema del guitarrista It's Got to Be Love, llegó uno de los grandes momentos del show, ya que confirmando su influencia purpleniana se animaron con una versión genial y muy adaptada de la preciosa When a Blind Man Cries del legendario grupo británico.


Tras otros dos buenos cortes de su disco, Good Times y Rock & Roll Does, se retiraron entre aplausos. Pero lo mejor estaba todavía por llegar. El teclista Ty Bailie salió a escena para deleitar al público con la intro de uno de los mejores temas de Deep Purple, el inconfundible Lazy. El poco público de la sala se volcó definitivamente y cantó el clásico al unísono. Pero si este tema fue una sorpresa, no lo fue menos el Mr. Big de Free con el que cerraron un magnífico concierto.


Salí de la sala muy contento tras haber asistido sin demasiadas expectativas y sin apenas haber escuchado nada de la banda. Mientras escribo estas líneas tengo sonando el disco a todo volumen, y la verdad es que es un disco muy recomendable para todos los amantes de Rainbow y del hard-rock en general. Veremos en que depara este proyecto.


Setlist: Victorious / Back in Anger / No Money No Love / House of Blues / Man & Machine / See that my Grave is Kept Clean / Waiting for the End of the World / Sexual Insanity / It's Got to Be Love / When a Blind Man Cries / Good Times / Rock & Roll Does / Lazy / Mr. Big

martes, 8 de julio de 2014

John Fogerty, Músicos en la Naturaleza (05-07-2014)

Una nueva edición de Músicos en la Naturaleza tuvo lugar el pasado 5 de julio en la localidad Abulense de Hoyos del Espino. Un enclave sin igual, en la plataforma de Gredos, acogía al fundador de la Creedence Clearwater Revival. 

Rosendo y Rebeca Jiménez fueron los encargados de abrir el festival y a eso de las 23:30, con una media luna creciente, aparecía un John Fogerty de 69 años en plena forma. 

Con su mítica camisa de cuadros, inició el concierto con Travellin' Band. Una inyección de puro rock and roll que hacía reventar un recinto sold out repleto de un público entregado que olvidaba los sinsabores de una pésima organización. 



Al tema le siguieron uno tras otro grandes éxitos de la CCR como Green River, Who'll Stop the Rain, Born on the Bayou o Lodi, que fueron coreados y bailados por los 12.000 asistentes durante más de hora y media.  

Fogerty ofreció un único concierto en España en el que también repasó alguno de los temas de su último disco "Wrote a song for everyone" junto a su hijo Shane Fogerty a la guitarra y el batería Kenny Aronoff.

Durante toda la noche, hizo gala de una gran variedad de flamantes guitarras que iba cambiando en cada canción. Hasta un total de 24 temas sonaron en un escenario colocado en pendiente que impedía una buena visibilidad. 

El respetable, totalmente entregado, pudo disfrutar de un final de concierto con temas como Down on the corner, Up around the bend, la potentísima Fortunate Son, la inesperada Rockin' all over the World, la divertida Bad Moon Rising y la aplaudida Proud Mary con la que John Fogerty cerraba el concierto. 

Una noche memorable con un repertorio antológico magistralmente interpretado por su creador. No se puede pedir más. 


Setlist: Travellin' Band / Green River / Who'll Stop the Rain / Born ob the Bayou / Lodi / Ramble Tamble / Lookin' Out my Back Door / Hot Rod Heart / Penthouse Pauper / Susie Q / Midnight Special / Mystic Highway / Lons as I can see the Light / Cotton Fields / Have You Ever Seen the Rain? / New Orleans / Keep on Chooglin' / Down on the Corner / Up Around the Bend / The Old Man Down the Road / Fortunate Son / Rockin' all Over the World / Bad Moon Rising / Proud Mary