El mundo del rock y de la música en general se pone en pie
para conmemorar el 70 cumpleaños de uno de los mayores iconos de la historia del hard rock. Ritchie Blackmore celebra
su aniversario junto a su mujer Candice
Night, alejado de los sonidos duros que le hicieron leyenda y relajado
entre castillos, mandolinas y paisajes medievales.
Compositor excepcional y guitarrista
excelso que se lucía de manera magistral en directo, es una de las figuras clave de los sonidos más pesados del rock. Influyente como pocos y fundador de
dos de los pilares del género, Deep
Purple y Rainbow. Conocido por
su agrio carácter y difícil trato, despidió sin remordimientos a músicos de sus formaciones de manera continua; pero introdujo en la
escena a personajes que pasarán a los anales de la historia. Ronnie James Dio, David Coverdale, Glenn Hughes,
Graham Bonnet o Joe Lynn Turner, a pesar de habérselo ganado merecidamente, le
deben prácticamente todo al excéntrico inglés que apostó por ellos cuando
ninguno era conocido.
Un talento único que dio lugar a
acontecimientos excepcionales como el acaecido en el California Jam de 1974, donde el guitarrista prendió fuego al
escenario y la banda al completo tuvo que ser desalojada en helicóptero. Un ego
que le propició numerosos conflictos tanto con la prensa como con los miembros
de sus grupos, especialmente con un Ian
Gillan con quien nunca ha tenido una relación demasiado sana. De hecho, aun hoy día ambos músicos mantienen sus rencillas.
En 1995, tras la inesperada reunión de
Rainbow junto al vocalista Doogie White y su posterior gira
mundial, Ritchie desenchufaba su
guitarra para iniciar un proyecto folclórico junto a su mujer. Blackmore’s Night supuso un jarro de
agua fría para todos, o la mayoría, de sus fans, y todavía a día de hoy no ha
vuelto a dar electricidad a su inconfundible Fender Stratocaster.
Millones de fans en el mundo entero
claman por una vuelta a la escena rockera del hombre de negro, y viendo su tensa
relación con Gillan y la estabilidad
de Deep Purple, todas las esperanzas
recaen sobre una última reunión de Rainbow.
Recientemente, Joe Lynn Turner ha revuelto
la escena musical dejando caer la posibilidad de volver a reunificarse a
finales de año. La credibilidad del cantante está en entredicho tras
declaraciones similares en ocasiones anteriores, pero la llama de la esperanza
que aún seguía viva dentro de cada uno de los amantes del hard rock ha sido avivada. Solo nos queda cruzar los dedos y rezar
por que Joe tenga razón y podamos ver
brillar el arcoíris una vez más. I see a
rainbow rising!!!!
¡¡¡Felicidades, Ritchie!!!
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