lunes, 29 de diciembre de 2014

Lo mejor del año - Parte IV

Llegamos por fin a lo más alto, y si bien han existido dudas a la hora de confeccionar el resto de la lista, el primer escalafón no ha representado ningún quebradero de cabeza. Desde la primera escucha quedó bien a las claras que Damon Fox ha vuelto a parir otra obra magistral que se encumbra como lo más destacado de un 2014 que ha tenido un bagaje realmente positivo.


1. Bigelf - Into the Maelstrom
  

Con tres discos como tres soles, sobre todo el maravilloso Cheat the Gallows, parecía que la banda ya había pasado a la historia tras llevar sin dar señales de vida desde el verano de 2010. Pero Fox no ha querido darse por vencido y echando mano del archiconocido batería Mike Portnoy, se ha vuelto a meter en el estudio para intentar lograr un merecido éxito que siempre les ha sido esquivo. Y el resultado no podía haber sido mejor.

Un disco que lo tiene absolutamente todo. Marcados toques pop como los de Already Gone y Theater of Dreams, que instantáneamente te traen a la cabeza al cuarteto de Liverpool. Temas pesados y cercanos al doom como el sabbathiano Edge of Oblivion u otros más metálicos como el adictivo Control Freak. Incluso armonías vocales al más puro estilo Freddy Mercury.

Los teclados de Damon inundan todos los temas del disco y transmiten efectos y fases de psicodelia como en la hipnótica High, o en una Incredible Time Machine que supone el punto de partida a un viaje extrasensorial. Evidentemente, la base progresiva de su sonido no se ha perdido por el camino, y temas de corte más clásico como The Proffesor and the Madman o Mr. Harry McQuhae nos transportan a los años más prolíficos del prog. En ITM, pieza que cierra el disco y que está dividida en tres actos, aúnan además una teatralidad digna del excéntrico Alice Cooper.

Pero si hay que destacar una terna de temas que sobresalga sobre todos los demás, esa no puede ser otra que la trilogía compuesta por Hypersleep, Alien Frequency y Vertigod. Es en estos temas donde se muestra a Bigelf en todo su esplendor. Temas eclécticos que conjugan todas las influencias de Fox, cambios de ritmo continuos bien trazados por los teclados del americano y guiados de forma magistral por un Mike Portnoy que desata todo su talento y precisión, y unos estribillos que se te quedan grabados a fuego desde la primera escucha. Temas imprescindibles y que suponen sin lugar a duda lo más destacado de todo el año.

Un trabajo perfecto y sin fisuras que vuelve a constatar la genialidad de un Fox que tiene que maldecir el haber nacido en una época tardía. No queda ninguna duda de que si la banda hubiese existido en los años setenta, ahora mismo estaría encuadrada dentro de los nombres importantes del progresivo más experimental. Esperemos que el éxito acabe por llegar y tengamos Bigelf para rato, desde luego sería la mejor noticia posible para los paladares más exquisitos. 


Mejor canción: Hypersleep
Valoración general: 9,5



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