Con un sabor agridulce tras una
discutida primera jornada, la Sala Paul volvía a abrir sus puertas para cerrar
el festival con un día del que se esperaban grandes actuaciones. Y lo esperado
se convirtió en realidad, puesto que todos los grupos nos ofrecieron espectáculos
de gran nivel y borraron de nuestros pensamientos cualquier atisbo de
decepción con respecto a la edición de este año. Una vez más, el festival resultó un éxito.
DIRT RIVER RADIO
La banda australiana que ha estado
girando por primera vez por nuestro país, cerraba su gira en Jerez y era la
encargada de despertar a los asistentes que iban llegando a la sala con cuentagotas.
Allí dieron buena cuenta de su
poderoso y animado directo, con temas bañados en influencias americanas muy
variadas y en el rock n’ roll más puro y eléctrico. Destacando las versiones del
Green River de la Creedence Clearwater Revival y el
adictivo Live Wire de sus
compatriotas AC/DC, con la que
terminaron el show, fueron un buen pistoletazo de salida y pusieron a tono a
una parroquia que no se esperaba lo que quedaba por delante.
THE SOULBREAKER COMPANY
Poco más hay que decir que no esté
dicho ya sobre la banda vitoriana. Clase a raudales, unas atmósferas absorbentes, unas guitarras y unos teclados deliciosos, y destacando entre todo
ello la voz majestuosa de Jony Moreno.
De vuelta al Serie Z, donde ya habían estado en la edición del 2011 presentando
su disco “Itaca”, les tocaba esta
vez hacer lo propio con “Graceless”, obra que ha visto la luz este mismo año.
Como era de esperar, el concierto
estuvo basado en canciones de dicho álbum, empezando por una maravillosa Many So Strange que comenzaba tras sonar
a todo volumen una canción tradicional vasca. Dejando bien claro de dónde
vienen, porque alguien que desconociera ese dato podría pensar que se trata de
una banda de origen extranjero.
Poco a poco iban cayendo temas nuevos,
pero sin dejar en el olvido canciones del disco anterior como Oh! Warsaw, donde Jony se luce de manera espectacular, o una Colours of the Fire cuyo estribillo fue coreado por toda la audiencia.
Una audiencia que ya estaba maravillada y atrapada en la atmósfera musical que estaban
trazando los teclados de Óscar Gil y
las guitarras cruzadas de Daniel Triñanes
y Asier Fernández.
How
Will We Get By? y You! mostraron la grandeza del grupo y
se ganaron el derecho a quedarse para siempre en un setlist que también tuvo
representación de su segundo disco, “The
Pink Alchemist”, con temas como Kiss
in Your Face y la pesada Blood
That You Wish, donde la base rítmica formada por Jose Javier Manzanedo y Andoni
Ortiz se muestra inconmensurable.
It’s
Dirt, sin ninguna
duda uno de los mejores temas del grupo no podía faltar, abandonando Jony el escenario y permitiendo a los
demás músicos realizar uno de los pasajes instrumentales más trabajados que se
escucharon en todo el fin de semana. La vuelta del cantante elevó aún más la
calidad de la composición y provocó numerosos aplausos, que se convirtieron en
vítores cuando echó mano de su guitarra acústica y nos deleitó con la
sensacional The Wheel Is Turning con
la que daba por cerrado un concierto, como siempre, espectacular. Desde luego,
no hay que irse muy lejos para encontrar músicos de primer nivel.
Setlist: Many So Strange / Oh! Warsaw / 1789 / Colours Of The Fire / How Will We
Get By? / You! / Kiss In Your Face / It’s Dirt / Blood That You Wish / The
Wheel Is Turning
LEAF HOUND
Le tocaba el turno a otra banda que
repetía experiencia en el festival, pero no por ello las ganas eran menores. De
hecho, las alabanzas que habían recibido tanto su vocalista como su joven
guitarrista, eran un reclamo perfecto.
Poseedores de un disco de culto en los
ya lejanos años 70, una joya llamada “Growers
of Mushroom”, su líder Peter French
decidió retomar el pulso del grupo y rodeándose de una joven banda, grabó un buen disco con un
sonido más actualizado y estableció su vuelta al ruedo.
De esta forma, la formación inglesa
fue intercalando canciones de ambos discos en un setlist que echó de menos
varios clásicos del pasado. La diferencia de sonido entre las dos épocas,
provocó además que el imberbe guitarrista Luke
Rayner tuviera que cambiar la afinación de su guitarra tras cada canción;
hecho que ralentizó un poco el ritmo del show, pero que no evitó que el mismo
fuese de una calidad incuestionable.
El joven guitarrista dio una lección
de virtuosismo, magia y buen gusto. Se nota que tiene un estilo más duro
y actualizado, pero esto le dio un nuevo enfoque a temas antiguos como Work My Body o Freelance Fiend, con un resultado realmente bueno. Mención especial
a temas como Stagnant Pool, con la
que se abrió el concierto, y sobre todo a la reciente Man With the Moon in Him, donde Luke
dio un clinic magistral mientras la base rítmica volaba la cabeza de los
espectadores.
Pero si de alguien hay que hablar es
del legendario Peter French. El rubio
vocalista sigue manteniendo la clase, presencia y saber estar en el escenario que
poseían muchos de sus frontman contemporáneos. A nivel vocal estuvo más que
correcto, aunque hubo ciertos comentarios sobre el bajón respecto a su
actuación anterior en el festival. Aun y con todo, nivel más que digno en
comparación con vocalistas de su edad. Y solo su dominio del escenario es ya
digno de mención.
No faltaron temas mágicos como el
coreadísimo Stop, Look & Listen, el
animado Too Many Rock n’ Roll Times o
un magnífico Breakthrough que parecía
el punto y final al show. Sin embargo, quedaba la sorpresa de la noche. Peter quiso rememorar su paso por otra
banda mítica y nos deleitó con el sensacional e único Evil de los estadounidenses Cactus.
Un final genial para un concierto perfecto y que sólo tuvo el pero de su corta
duración. Aun así, es un verdadero placer poder disfrutar de una banda de culto
en pleno año 2014. Chapeau.
Setlist: Stagnant Pool / 105 Degrees / Work My Body / Stop, Look & Listen /
Freelance Fiend / Man With The Moon In Him / With A Minute To Go / Too Many
Rock n’ Roll Times / Breakthrough / Evil (Cactus cover)
OLI BROWN & RAVENEYE
Haciendo caso a los sabios del lugar y
con la lección aprendida del día anterior, perderse el concierto de Oli Brown se hacía impensable. Y vaya
que sí lo era. El concierto ofrecido por el jovencísimo guitarrista inglés fue,
posiblemente, el mejor de todo un festival que rayó a gran altura en esta
segunda jornada.
Con 3 discos a sus espaldas, era de
esperar una sesión de blues-rock
calmado y de buen gusto. Pero nada más lejos de la realidad. Arropado por una
base rítmica bajo el nombre de Raveneye,
Oli soltó toda su garra y su furia y
nos escupió un rock n’ roll, evidentemente con base blues, lleno de energía y
fuerza.
Desde el primer acorde de la primera
canción se vio que aquello iba a ser muy grande. Siempre sonriente, con un dominio
de su instrumento impropio de su edad y sin parar de moverse de un lado al otro
del escenario, parecía poseído por el espíritu del mismísimo Ted Nugent en pleno año 75. Algo
sencillamente memorable.
El setlist se basó en sus temas propios a los que dio una nueva revisión y presentó asimismo algunos nuevos del que será su primer disco bajo el nombre de la nueva formación. Una formación que la completan el más que notable bajista Aaron Spiers y Kev Hickman, un batería risueño y contagiado del espíritu salvaje del frontman.
El setlist se basó en sus temas propios a los que dio una nueva revisión y presentó asimismo algunos nuevos del que será su primer disco bajo el nombre de la nueva formación. Una formación que la completan el más que notable bajista Aaron Spiers y Kev Hickman, un batería risueño y contagiado del espíritu salvaje del frontman.
El guitarrista nos dejó momentos para
el recuerdo como la canción que cantó delante de la primera fila con una guapa muchacha
sujetando el micrófono y despejando continuamente su cara de su larga y rizada
cabellera. Incluso se subió a la batería de su compañero para realizar numerosos solos de una calidad sobresaliente.
Con el tiempo ya cumplido, dedicó un
último tema a la parroquia antes de ser despedido entre una ovación ensordecedora.
Ovación que se volvió a repetir a su salida al patio, mientras el joven músico
se frotaba los ojos incrédulo ante lo que estaba viviendo. Sin comerlo ni
beberlo, se había convertido en el auténtico ganador del festival.
D.A.D.
Difícil misión se le presentaba a la
siguiente banda, y además le tocaba al turno al cabeza de cartel del festival,
por lo que la presión era mayúscula. Sin embargo, los daneses se vinieron
arriba y ofrecieron un espectáculo perfecto y sin fisuras.
Desde que comenzó a sonar Jihad, ya se vio que aquello iba a ser
una fiesta llena de himnos coreables hasta la saciedad y con un Jesper Binzer especialmente comunicativo con el
público. Con la lección bien aprendida, repitió en innumerables ocasiones el
nombre de Jerez de la Frontera, denominándolo como el corazón de España e
incluso de Europa, para agrado del público local.
Clásicos como Evil Twin, la poderosa Overmuch
o la fantástica Girl Nation se
sucedían al compás de una banda perfectamente engrasada y que disfrutaba sobre
el escenario lo mismo que lo hacía el público. Una banda donde destacaba el
atractivo del gigantesco y excéntrico bajista Sig Pedersen, que no paro de hacer posturas y de subirse a la
batería mientras golpeaba su peculiar bajo transparente de únicamente dos
cuerdas.
Defendieron temas de todas sus épocas,
incluyendo también algunas de su último trabajo como A New Age Moving In y un I
Want What She’s Got que contó con la participación de un público entregado.
Durante la primera, aprovecharon además para hacer un interludio donde
permitieron el lucimiento de un Jacob
Binzer que estuvo inconmensurable a las seis cuerdas, y que demostró sus
tablas cambiando incluso una cuerda rota sin dejar de tocar en ningún momento.
La Sala Paul era ya una auténtica fiesta, y encarando la recta final,
la veterana banda danesa hizo explotarla definitivamente con Bad Craziness y con el gran hit del
grupo, Sleeping My Day Away. Un hit
que llevó aquello a límites insospechados y que lamentablemente supuso el único
bis de un concierto divertido y de una calidad intachable.
Setlist: Jihad / Evil Twin / Overmuch / Girl Nation / A New Age Moving In /
Riding With Sue / Grow Or Pay / Reconstrucdead / Monster Philosophy / I Want
What She’s Got / Bad Craziness / Sleeping My Day Away
THE DICTATORS
La gente estaba exhausta y encantada
con el nivel que estaba ofreciendo este segundo día de festival. Pero el pescado
no estaba todavía vendido. Al igual que el año pasado, la banda neoyorkina
tendría la tarea de poner punto y final a esta nueva edición. Y si se han ganado
el derecho a repetir, es porque difícilmente se puede encontrar una
banda mejor como fin de fiesta.
El grupo, con un Manitoba claramente cansado tras 18 conciertos en apenas 19 días,
salió a morder y volvió a convertir la sala en un hervidero donde volaban
camisetas y se sucedían los crowdsurfing y los pogos.
Sin arriesgar lo más mínimo, los
americanos optaron por un setlist prácticamente calcado al del año anterior. Un
setlist donde no faltaron clásicos como New
York New York, Avenue A o un Who Will Save Rock n’ Roll? que hizo
volverse loca a la gente mientras coreaba el pegadizo estribillo. Pero si hubo
un momento donde se desató la locura, ese no fue otro que cuando Manitoba se adentró entre la multitud
para cantar Baby Let’s Twist. Aún no
se entiende como salió vivo de allí.
La versión del Slow Death de sus amados Flamin’
Groovies tampoco faltó, al igual que el Kick
Out the Jams de MC5 que supuso
la retirada al camerino con apenas 50 minutos transcurridos. La corta duración
del show estaba siendo perfectamente suplida con un ritmo frenético y con un
público que quemaba sus últimos cartuchos.
La vuelta de la banda al escenario se
realizó entre numerosos aplausos, que se repitieron cuando el frontman presentó
a sus compañeros durante Two Tub Man.
Como siempre, tanto él como un incombustible Ross “The Boss” fueron los más ovacionados. Con uno de sus más
grandiosos temas, Stay With Me,
ponían punto y final al concierto, a la jornada y al festival en sí.
Setlist: New York New York / The Party Starts Now / The Next Big Thing / Avenue
A / Haircut And Attitude / Who Will Save Rock n’ Roll? / The Minnesota Strip /
Slow Death (Flamin’ Groovies cover) / Baby Let’s Twist / Faster And Louder /
Kick Out The Jams (MC5 cover) / Two Tub Man / Stay With Me
De esta forma, una nueva edición del Serie Z cerraba sus puertas. Edición
con un primer día bastante flojo, pero con una segunda jornada de un nivel
general impresionante donde destacaron sobremanera los vitorianos The Soulbreaker Company, los daneses D.A.D. y un descomunal Oli Brown que se postula como la gran
esperanza inglesa.
En cuanto a temas extramusicales, el
festival ha sido de nuevo fantástico, con un entorno familiar y cercano y donde
se han podido compartir fotos, charlas y tragos con los propios músicos. La
última canción del evento rezaba eso de “won’t
you stay with me?”, y ninguna duda presenta en la respuesta. Serie Z, I will stay with you!!!
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