La oferta era irrechazable, un mito de la música, una preciosa ciudad, buen tiempo, en un lugar espectacular y al módico precio de 0€. Tal oportunidad nos ofrecía la 49 edición del Heineken Jazzaldia de San Sebastián. El legendario Ray Davies, fundador de The Kinks, una de las bandas más influyentes e importantes de la historia, abriría el festival sobre la arena de la playa de la capital guipuzcoana.
Con 10 minutos de retraso con respecto
a la hora fijada, el carismático artista apareció en escena rodeado de una
numerosa banda, donde me impactó ver al guitarrista y al batería de The Temperance Movement, banda inglesa
que está en pleno auge en estos momentos. La conocida I Need You fue la encargada de abrir un repertorio que se baso
íntegramente en clásicos de The Kinks;
al fin y al cabo, lo que el público quería. Un público muy variado, compuesto
por gente seguidora de la banda y otra mucha que aprovechaba la oportunidad de
ver un concierto gratis sobre la arena de la playa. Muchos de estos últimos se
dedican a hablar o a cualquier otra cosa menos a disfrutar o dejar disfrutar
del concierto, pero los conciertos gratis es lo que tienen, para bien o para
mal.
A Ray
se le nota el paso de los años y su voz está ya muy tocada, sin embargo, con el
triple apoyo vocal por parte de la banda y con la colaboración del público,
logra mantener un buen nivel. Así lo demostró con Where have all the Good Times Gone, donde pidió y contó con una
participación muy activa por parte de la gente que poblaba las primeras filas
del escenario. La genial I’m not like
everybody else, una fantástica Tired
of Waiting y una preciosa Dedicated
follower of fashion, con guitarra acústica y dedicada al malogrado Johnny
Cash, iban haciendo las delicias de la gente. Ray, por su parte, no paraba de sonreír, gastar bromas y cambiar
repetidamente de guitarras.
La divertida y coreada Sunny Afternoon fue continuada por una
breve Victoria, que fue empalmada con
una emotiva y a la vez bailable 20th
Century Man, con unos teclados geniales. Tras abandonar el escenario,
dejando a la banda realizar una buena introducción instrumental, Ray volvió con una nueva camisa blanca y
con ganas de comerse el mundo, para atacar otro gran tema como Till the End of the Day. Con una sentida
A long Way from Home, nos recordó que
nunca debemos olvidar de dónde venimos.
See
my friends dio paso a
un Come Dancing que dedicó a su
familia. Curioso este detalle viendo la complicada relación que lleva con su
hermano Dave, y que hace que The Kinks no estén reunidos. Tras un
final de canción bastante popero, Ray abandonó el escenario y la banda nos
deleitó con un largo pasaje instrumental que culminó con el frontman (con otra nueva camisa) en la
repetición parcial del tema I’m not like
everybody else.
Una inesperada Celluloid Heroes abrió el camino para que levantase definitivamente
al público con su hit All Day and All of
the Night, donde jugó con la gente con la habitual sucesión de coreos. La
mítica Lola, dedicada a tod@s los drag-queen del mundo, fue muy coreada y
parecía el final del concierto tras las palabras de Ray. Nada más lejos de la realidad, el inglés volvió a coger su
guitarra y nos ofreció una fantástica Days
que dividió en dos partes, la primera más sentida y emotiva y la segunda más
cañera y divertida. Y ahí no quedó la cosa, puesto que tras una introducción de
armónica, llegó la hora de su gran hit, un You
Really Got Me considerado por muchos como el primer signo de Heavy Metal de
la historia. La canción fue ejecutada inicialmente en una especie de
rythm&blues, para luego culminar en su versión clásica, donde un ya
fatigado Ray Davies dejó todo el
protagonismo al público. Tras una gran ovación, la banda se retiró del
escenario.
La hora establecida ya se había
cumplido, por lo que tenía dudas de que la banda volviese a salir a escena.
Gracias a Dios así fue, cerrando una gran velada con otros dos clásicos como Waterloo Sunset y Low Budget.
El concierto había acabado y a mí se
me había hecho muy corto, señal inequívoca de que lo había disfrutado mucho.
Bien es cierto que Ray está muy lejos
de su mejor nivel, pero es un tío que se entrega y se le ve disfrutar encima
del escenario. Y creo que eso, a estas alturas, es más que suficiente. Haber
podido disfrutar de una leyenda así en pleno 2014, con un setlist tan impecable, gratis y en un paraje único es algo inimaginable. Ojala tenga más oportunidades de verle en directo, ¿será con los
Kinks?
Setlist: I Need You / Where Have all the Good Times Gone / I'm Not Like Everybody Else / Tired of Waiting / Dedicated Follower of Fashion / Sunny Afternoon/ Victoria / 20th Century Man / Till the End of the Day / A Long Way From Home / See My Friends / Come Dancing / I'm Not Like Everybody Else (parcial) / Celluloid Heroes / All Day and All of the Night / Lola / Days / You Really Got Me / Waterloo Sunset / Low Budget
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