De nuevo tocaba poner rumbo a la Sala
Santana bilbaína. Una sala donde en la última temporada se están haciendo muchísimos
más conciertos que antes, cosa que se agradece por la amplitud y el buen sonido
de la misma, pero a la que es difícil acceder, sobre todo en días laborales.
Allí volvían los australianos Airbourne
tras no haber cerrado fecha el año pasado durante su minigira española. Una
banda con un sonido claramente influenciado por sus compatriotas AC/DC, quizás demasiado, que
sorprendentemente están teniendo un éxito bastante grande.
HIGHLIGHTS
La joven banda de Arrigorriaga, Highlights,
sería la encargada de abrir fuego en una noche que se presentaba intensa y de
alto voltaje. Era mi tercera vez con ellos, tras haberles visto teloneando a Horisont y a Michael Monroe, y es que sin tener todavía material editado, están
teniendo bastante promoción y lo mejor, están respondiendo muy bien.
Con un buen hard rock empezaron un
concierto donde se les notó que todavía tienen que andar mucho, pero desde
luego llevan buen camino. A diferencia de veces anteriores, donde prácticamente
todas las canciones las había cantado el bajista, Miguel, en esta ocasión las labores vocales fueron alternadas
continuamente entre el propio bajista y Mario,
el guitarrista principal. Mario le da
otro punto a los temas, pero me quedo sin duda con la voz de Miguel, con mucha más fuerza y cuerpo.
Tras romper una cuerda, el propio
bajista tuvo que abandonar el escenario para poder subsanar el incidente. Y es
que este es el problema de bandas tan pequeñas, no se pueden permitir ningún
error. Tienen muy poco tiempo y tienen que dar el 200% en todo momento.
Tras este incidente, la banda retomó
el pulso a un buen bolo con temas como su ya conocido She’s so blind, donde los guitarras realizan los coros y arropan a Miguel. Buenos temas como F.A.S.O.S. y una casi thrashera Blixie Tombs se fueron encadenando uno
tras otro para acabar el show con su ya clásica versión del Shoot Shoot de los legendarios UFO. Un final inmejorable para 45
minutos de buen hard rock local. Comentaron que después de verano editaran su
primer EP, por lo que será una buena oportunidad de escucharlos en estudio. Yo
no pienso dejar escapar esa oportunidad, así como el concierto de este mismo
jueves en las fiestas de su localidad.
AIRBOURNE
Tras un largo parón donde la banda telonera
tuvo que desmontar todo su equipo, las luces se apagaron y comenzó a sonar a
todo volumen la intro de Terminator 2.
Rápidamente la banda australiana salió a escena y encadenó los primeros acordes
de Ready to Rock, tema que abre su
último disco “Black Dog Barking”. La
abarrotada sala, creo que no la había visto nunca tan llena, se volvió loca y
no paro de saltar, acompañando a la banda en el estribillo y en la parte
central donde se produce un coreo muy pegadizo.
Too
Much, Too Young, Too Fast
fue la encargada de representar por primera vez el disco debut de la banda, “Runnin’ Wild”. Sin ninguna duda, su
mejor disco y el que les abrió las puertas a lo que son ahora. El público también
lo demostró así, puesto que las canciones de dicho disco fueron las más
coreadas y disfrutadas. Así, tras No one
Fits Me (Better tan You), de su último disco, sonó un clásico como Diamond in the Rough que encendió
definitivamente a la sala. El ritmo del show era imparable y la energía de Joel O’Keeffe inagotable, sin parar de
moverse de un lado a otro del escenario y dejándose la piel en el mismo.
Con Chewin’ Fat comenzó su show particular, reventando una lata de
cerveza con su cabeza y tirándosela a la gente de las primeras filas. Pero si
ya les tenía en el bolsillo, más los iba a tener tras pasearse por toda la sala
a hombros del pipa durante la interpretación de una excelente Girls in Black, realizando un buen solo
sobre la gente al final de la sala.
Los temas se iban alargando
deliberadamente para no acabar el concierto tan pronto, como ocurrió en Cheap Wine & Cheaper Women, donde
realizó una intro con la colaboración del público y donde pidió que las tías se
subiesen a hombros de sus acompañantes (sin demasiado éxito, por cierto). Tras
este tema le tocó el turno a la canción que da título a su último álbum, cuya
portada adornaba el escenario durante el concierto de Highlights. Durante este
tema nos pareció que los coros sonaban demasiado bien y parecían grabados, duda
que mantuvimos en las siguientes canciones, por lo que no sería de extrañar.
Punto muy negativo a mi parecer, si es así.
La luz se apagó y Joel se tiro al
suelo, comenzando a gritar “No Way” a
lo que la gente supo responder con “But
the Hard Way”. Tras un buen rato repitiendo la fórmula, el frontman se puso
en pie e hizo uso de un foco para ir alumbrando a la gente mientras ejecutaba
el buen tema de su segundo disco, “No
Guts, No Glory”. Tras el coreado tema, la banda nos sorprendió con versión eléctrica
del sobado “oé, oé, oé, oé…”, para
enlazarlo con un genial Stand Up for Rock
‘n’ Roll tras el que los australianos se retiraron del escenario entre
vítores y aplausos. La fiesta era tremenda.
Un dispositivo con biela-manivela
reposaba en el escenario cuando el guitarrista David Roads salió a escena para hacerlo girar y provocar el rugido
de un motor. Joel aparecía en la
parte de atrás del escenario, subido a la montaña de amplis, y atacaba las
primeras notas de Live It Up, notas
que me recordaron mucho, quizás demasiado, a la intro del For Those About to Rock. Sin dar un segundo de respiro, su gran
clásico, Runnin’ Wild, comenzó a
sonar para deleite de todo el mundo. La canción se alargó una barbaridad, con Joel sin parar quieto, rompiendo
numerosas latas de cerveza más, y manteniendo una curiosa anécdota con un niño
pequeño que pasó bastante de él. Intercalando riffs de Paranoid, donde el frontman aprovechó para subirse a la valla
lateral superior de la sala, y Dirty
Deeds Done Dirt Cheap, donde emuló a Angus Young con su clásica carrera
pierna en alto, se llegó a un final de fiesta espectacular. O eso creíamos,
porque la banda agradeció tanto su vuelta a la ciudad que nos regaló un Blackjack final que hizo las delicias de
un público que había disfrutado una barbaridad.
Hora y media, probablemente uno de sus
conciertos más largos, de rock n’ roll puro y duro. Pura energía la de la banda
australiana y pura energía la de su frontman Joel O’Keeffe, que logra transmitírsela a toda la sala. Quizás su
éxito sea excesivo para una propuesta musical tan sencilla y repetida, pero
está claro que la banda tiene un directo impresionante y lleno de fuerza, y
mientras esa fuerza y energía les dure seguirán arrastrando una buena masa concierto tras concierto. STAND UP FOR ROCK ‘N’ ROLL!!!!!
Setlist: Ready to Rock / Too Much, Too Young, Too Fast / No One Fits Me (Better Than You) / Diamond in the Rough / Chewin' the Fat / Girls in Black / Cheap Wine & Cheaper Women / Black Dog Barking / No Way But the Hard Way / Stand Up for Rock 'n' Roll / Live It Up / Runnin' Wild / Blackjack
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