El primer año de vida de este blog
llega a su fin, y con él recuerdos imborrables de conciertos, festivales y un
puñado de discos que, aun añorando épocas pretéritas, nos han dejado un buen
sabor de boca y nos hacen ver con cierta esperanza el futuro del panorama musical.
Spirit of the Wild, con su gusto por
el hard rock clásico y los sonidos añejos, quiere destacar de entre todos estos
álbumes, los 10 que más han hecho retumbar nuestros altavoces.
10.
The Soulbreaker Company – Graceless
El cuarto disco de la formación
vitoriana sigue dejando bien a las claras que tienen algo especial, y
que únicamente el poco apoyo estatal les priva de un éxito internacional más
que merecido.
Alejándose un poco del space rock y el
progresivo de su maravilloso Itaca, la banda ha girado hacía un sonido más accesible, melódico y pop. Pero todo ello sin dejar de lado su característica
facilidad para crear atmósferas instrumentales y enlazarlas con la privilegiada
voz de Jony Moreno.
Temas poperos como How Will We Get By?
o la magnífica You!, se te quedan grabadas a la primera con esos estribillos
tan disfrutables como efectivos. Many So Strange, por el contrario, sigue
rebuscando ese sonido progresivo y esas atmósferas absorbentes que les hicieron
dar el salto con su anterior lanzamiento. Unos teclados más comerciales te llevan de la mano en un viaje que recorre grandes pasajes como Dust From the Stars, Rain or Shine o la animada 1789.
En definitiva, un disco que sin llegar
a las cotas alcanzadas por su predecesor, conforma una más que digna continuación del
mismo y les sigue posicionando en lo alto de las
formaciones nacionales.
Mejor canción: Many So Strange
Valoración general: 7,3
Valoración concierto Psilocybenea
(Hondarribia – 02/05/14): 8
Valoración concierto Fiestas de la
Virgen Blanca (Vitoria – 07/08/14): 9
9.
Ted Nugent – Shutup & Jam
Siete años después de su último disco
en estudio en los cuales se ha empeñado en demostrar
su carácter polémico y su mentalidad patriota,
el carismático frontman de Detroit vuelve al ruedo con un disco
que poco tiene que ver con todo lo anterior que había editado
Temas de escasa duración, mucho más
directos y sin florituras aparte de sus habituales juegos con las seis cuerdas. Canciones sencillas y eficaces como la que da título al disco o sendas Semper Fi y I
Love My BBQ de
marcada ideología estadounidense. El riff inicial de Fear
Itself hace
recordar la época dorada del americano, para luego volver a machacar la fórmula
que marca el disco.
La colaboración del excentrico Sammy
Hagar sirve para dar una nota diferente con el divertido She's Gone, al igual
que lo hace Everything Matters y su base bluesera en la única canción que canta
Derek St. Holmes. Un Derek que tiene muy poco protagonismo en el disco y que
encuentra desaprovechada una voz de bastante más calidad que la del propio Ted.
Un disco al que puede costar
engancharse por el impacto de no ser lo que te puedes esperar del viejo Nugent,
pero que gracias a temas pegadizos como Never Stop Believing consigue hacerlo
con el paso de las escuchas. El buffalo blanco está de vuelta.
8.
Transatlantic - Kaleidoscope
Neal
Morse suele ser
sinónimo de buen gusto y exquisitas composiciones. Si lo juntas a además
con músicos de la talla de Roine Stolt,
Pete Trewavas y Mike Portnoy, el resultado no puede ser otra cosa que magnífico. Y
este cuarto de Transatlantic no iba
a ser una excepción.
Melodías fantásticas, armonías vocales y coros deliciosos, arreglos y pasajes de guitarra majestuosos y elaborados, y una base rítmica descomunal conforman un disco de únicamente 5 temas. Sin embargo, y como es habitual en el ámbito progresivo, Into the Blue y el tema que da el título al disco ocupan la mayor parte del minutaje del álbum, transportándonos a una dimensión envolvente y fantasiosa con repetidos giros y cambios de ritmo y tempo.
Shine y Beyond the Sun dejan la impronta melodiosa y calmada de Neal, mientras que Black As The Sky se presenta como el tema más accesible y directo del mismo. Además, un segundo disco con versiones de grupos legendarios como King Crimson, Small Faces o Yes, hacen las delicias de los fans del progresivo y completan una obra que constituye un viaje extrasensorial. Una año más, el progresivo sigue dejando perlas para el recuerdo.
Mejor canción: Into the Blue
Valoración general: 7,5
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