Por cuestiones que no vienen al caso,
la actividad del blog se ha mantenido bajo mínimos durante los últimos meses.
Lo reavivamos para hacer un pequeño resumen con lo mejor que nos ha dado el año
en el panorama musical. Un año, que si bien no ha sido malo del todo, nos ha
dejado un regusto agridulce y con más sombras que luces.
Spirit
of the Wild ha querido
seleccionar los siguientes discos como lo más destacado del año 2015.
10. Michael Monroe - Blackout States
Una nueva muestra del gran estado de forma que vive el carismático rubio finés. Un disco que continúa con la senda marcada por sus dos anteriores lanzamientos y que sin duda alguna mantiene el buen nivel de los mismos.
Un disco lleno
de canciones directas que no
dejan lugar al respiro y que incitan a mover la melena con una cerveza
en alto.
Trallazos directos al pecho, cortos y llenos de fuerza que te mantienen hipnotizado de principio a fin. Himnos
disfrutables hasta la saciedad e idoneos para ser coreados y jaleados en
directo. Ojala vuelva pronto de gira para poder constatarlo.
9.
Horisont - Odyssey
Cuarto LP de la banda sueca, y sin
duda, su mejor disco hasta el momento. Su sonido ha evolucionado a cotas mucho
más ambiciosas que el sonido retro setentero que mostraron en sus inicios y ahora es mucho más rico en matices.
Claros guiños a la NWOBHM, pasajes psicodélicos, ritmos
progresivos y el inevitable regusto del hard
rock clásico. Quizás los únicos peros pueden ser la voz
plana de Axel y la excesiva duración del
disco, puntos ambos que pueden llegar a querer desconectar en algún momento.
Aun y con todo, un magnífico trabajo de una banda que ya comienza a abrir sus
horizontes.
8.
Ghost - Meliora
El puñetazo definitivo de
la banda sueca. Si bien los dos primeros discos no son del gusto del que
suscribe, este Meliora ofrece un
viaje de una calidad incuestionable donde únicamente la voz del cantante se
presenta como un inconveniente.
Ecos a grupos tan diversos como Deep Purple, Alice in Chains, Wishbone Ash
o Blind Guardian, sin dejar nunca de
lado las reminiscencias a Blue Öyster
Cult y Mercyful Fate que tienen
desde sus inicios. Quizás la vestimenta e imagen que profesan puede llevar a equívocos,
porque su sonido es mucho más asequible, lleno de melodías, armonías y
estribillos memorables.
7.
Europe - War of Kings
Siguiendo la estela de sus últimos
lanzamientos, y lejos de ese aura azucarado que les sigue persiguiendo, la
banda liderada por Joey Tempest ha
facturado otro gran trabajo de rock n’ roll. Un Joey que muestra nuevos registros, asemejándose por momentos al mismísimo
Ronnie James Dio. Y es que ese aroma
heavy se puede notar en numerosos momentos del disco.
Mención especial para un Norum que también realiza un gran papel
con las seis cuerdas, con buenos solos, riffs y pasajes
instrumentales muy logrados. Puede hacerse un poco largo y hay algún que otro tema de relleno, pero en general es un gran disco.
6.
Imperial State Electric - Honk Machine
Los frutos del inagotable talento de Nicke Andersson siguen llegándonos año
tras año, y si bien es cierto que peca de cierta repetitividad, siempre se sacan
cosas positivas de sus trabajos.
En este Honk Machine retoma la senda de los primeros discos, tras
endurecerse levemente en el anterior Reptile
Brain Music. Olvidándose del sonido directo y lleno de fuerza con el que se hizo
conocido en The Hellacopters, melodías
poperas y armoniosas campan a sus anchas en canciones cortas, sencillas y con
estribillos pegadizos. ¿Que es más de lo mismo?, sí, pero es que si lo de antes era
bueno, esto también.
5. Graveyard - Innocence & Decadence
Sin abandonar los sonidos heredados del blues, la psicodelia y el hard rock más primigenio, Joakim Nilsson varía más sus registros vocales y se adentra por momentos en terrenos más cercanos al soul. Un trabajo donde miran más allá y añaden acertadamente pasajes diferentes y más atrevidos.
4. Arenna - Given to Emptiness
Un Txus espectacular a nivel vocal logra desmarcarlos de otras bandas del género. Y es que junto con The Soulbreaker Company se han empeñado en colocar a Vitoria como un punto clave dentro de la escena estatal, solo queda esperar que el éxito pueda traspasar las barreras internacionales.
3. Royal Thunder - Crooked Doors
Pasajes instumentales deliciosos y cambios de ritmo continuos, con las líneas de bajo dejando huella y marcando las pautas. Pero si algo sobresale por encima del resto, es la exhibición vocal de Mlny Parsonz. La americana muestra tanto su lado más poderoso y lleno de fuerza, como el más sentimental y desgarrador, dotando de un encanto particular y único a la banda.
2. The Darkness - Last of Our Kind
Un disco lleno de himnos y canciones instantáneas. Riffs originales, estribillos pegadizos y melodías exquisitas con ecos inevitables a Queen o The Cult. Quizás se echen en falta las salidas de tono y las exageraciones que les dieron la fama, pero esta nueva versión de la banda no tiene nada que envidiar.
1. Thunder - Wonder Days
El aclamado regreso de la banda londinense nos ha traído el que es el mejor disco del año 2015. Un lanzamiento que supone, sin ninguna duda, su mejor trabajo desde Behind Closed Doors, y que puede mirar de tú a tú a cualquiera de sus primeros discos.
Su sonido se mantiene inconfundible. Un hard rock clásico al más puro estilo Bad Company y que bebe de las influencias de Led Zeppelin y Whitesnake. Un trabajo cuidado hasta el mínimo detalle, con estribillos pegadizos, melodías sobrecogedoras, guitarras acústicas que desprenden sentimiento e incluso pasajes de piano que recuerdan a la época dorada de Elton John.
Temas variados que recogen cambios de ritmo soberbios y que fluyen desde los más melódicos y sentidos a los más rockeros y directos, haciendo que el disco no baje el nivel en ningún momento. Con un Luke Morley que continua su buen trabajo realizado en The Union y demuestra su buen gusto con las seis cuerdas, y con un Danny Bowes que está inconmensurable de principio a fin a pesar del paso de los años.
En definitiva, un álbum sobresaliente de una banda que vuelve para reclamar el éxito más que merecido que siempre les fue esquivo. Desde luego, con trabajos como este Wonder Days van bien encaminados para conseguirlo.
Su sonido se mantiene inconfundible. Un hard rock clásico al más puro estilo Bad Company y que bebe de las influencias de Led Zeppelin y Whitesnake. Un trabajo cuidado hasta el mínimo detalle, con estribillos pegadizos, melodías sobrecogedoras, guitarras acústicas que desprenden sentimiento e incluso pasajes de piano que recuerdan a la época dorada de Elton John.
Temas variados que recogen cambios de ritmo soberbios y que fluyen desde los más melódicos y sentidos a los más rockeros y directos, haciendo que el disco no baje el nivel en ningún momento. Con un Luke Morley que continua su buen trabajo realizado en The Union y demuestra su buen gusto con las seis cuerdas, y con un Danny Bowes que está inconmensurable de principio a fin a pesar del paso de los años.
En definitiva, un álbum sobresaliente de una banda que vuelve para reclamar el éxito más que merecido que siempre les fue esquivo. Desde luego, con trabajos como este Wonder Days van bien encaminados para conseguirlo.